Después de varias semanas de mucho rodaje y en las que el coche ha estado expuesto a condiciones que no son las habituales, el fin del verano marca la vuelta a la rutina. Estos son algunos consejos útiles para que el tu vehículo también recupere su ritmo normal.
5 comprobaciones en el coche para la vuelta a la rutina
La vuelta al cole y la vuelta al trabajo implican un nuevo cambio en el uso del coche tras las vacaciones. El polvo de las carreteras, el calor del verano y el uso intensivo del vehículo pueden haber mermado la eficiencia de algunos puntos clave de su funcionamiento: la vuelta a la rutina es un buen momento para esta puesta a punto.
Si tienes un coche de renting, las revisiones periódicas del vehículo estarán incluidas en el contrato, por lo que no tendrás que preocuparte por este tipo de mantenimiento. En cualquier caso, cuando llegue el fin del verano no pases por alto los siguientes aspectos para que tu vehículo continúe rindiendo al 100% en el comienzo de esta nueva etapa:
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Comprobar el kilometraje y los niveles de aceite, ya que tal vez sea necesario rellenarlo o que haya llegado el momento de cambiarlo.
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Eliminar el polvo de los filtros del aire y del habitáculo para garantizar que no hay obstrucciones.
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Revisar el estado del líquido refrigerante para evitar sobrecalentamientos en el motor e inspeccionar visualmente el sistema para comprobar que no hay fugas.
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Verificar la presión de los neumáticos y su estado para valorar el desgaste sufrido y si es necesario reemplazarlos.
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Examinar el sistema eléctrico. Las baterías son sensibles a las temperaturas extremadamente altas del verano y un funcionamiento inadecuado puede afectar a otros sistemas del vehículo como las luces y otros dispositivos eléctricos del coche. Es un buen momento para hacer una comprobación de que todo funciona correctamente.