Foto

Decálogo para una buena gestión de flotas de vehículos

Movilidad 19 May 2022

La gestión de una flota de vehículos ha evolucionado mucho en los últimos años. Por un lado, hay nuevos objetivos, como la sostenibilidad y la reducción de emisiones contaminantes. Por otro, el vehículo conectado, la telemática y el desarrollo de potentes herramientas de gestión y análisis de datos, han permitido mejorar la gestión y los resultados.

El mantenimiento de flota vehicular es complejo y cada flota es un mundo, con sus peculiaridades y necesidades especiales; pero se puede establecer un decálogo de buenas prácticas que sirva como guía a un gestor de flotas

  1. Establecer objetivos y KPIs

Cada flota tiene unos objetivos, lo importante es tenerlos claros y establecer KPIs para su cumplimiento y seguimiento. Los objetivos de una flota pueden ser muy variados: reducir el consumo de combustible, reducir la huella de carbono, mejorar la seguridad de conductores y vehículos, optimizar las rutas, mejorar la retención de talento en la empresa, potenciar la Responsabilidad Social Corporativa…

  1. Medir

Una gestión profesional de una flota tiene que basarse en los datos. Hay que medir diferentes parámetros (kilometrajes, consumos, rutas…) para detectar ineficiencias y poder mejorar.

  1. Conectar

La forma más eficaz de recopilar datos es a través del coche conectado. Es necesario instalar un dispositivo en el vehículo para poder recoger los datos sobre su uso (estilo de conducción, consumo, kilometraje, posición GPS, uso…).

  1. Usar herramientas de gestión

Las modernas herramientas de software de gestión no son un simple rastreador de flotas de vehículos. Estas herramientas proporcionan visibilidad sobre los vehículos y su estado, así como información en tiempo real sobre indicadores del rendimiento. El 75% de los gestores de flotas utilizan ya soluciones que les ayudan a maximizar la productividad, eficiencia y seguridad. Soluciones telemáticas como Arval Connect recopilan y almacenan los datos de los vehículos de la flota. Estos se presentan de forma sencilla en una plataforma digital y se organizan en gráficos, tablas y mapas. Los datos integrados y consolidados ayudan al gestor a poder tomar decisiones más rápidas.

  1. Confiar en un asesoramiento experto

Contar con un socio de confianza, como Arval, permite disfrutar de asesores que ofrecen las mejores soluciones para cada cliente, en base a sus necesidades y con la sabiduría y la experiencia de haber trabajado con cientos de clientes y casuísticas. Por ejemplo, ante la necesidad de un cliente de reducir al máximo del consumo de combustible, los expertos de Arval emplean una metodología que se centra en los costes directos, utilización de sus vehículos y los costes indirectos asociados, y le ayudaran a diseñar una la política de combustible adecuada para su flota.

  1. Contar con una política de flota

Elaborar una política de flota es una de las bases para el buen funcionamiento de un parque móvil corporativo. Como aspectos básicos, ha de contener las partes interesadas, principales objetivos y responsabilidades. También hay que establecer mecanismos para su cumplimiento.

  1. Trabajar con los conductores

Al fin y al cabo, son los que conducen los vehículos de la flota. Una buena gestión de flotas ha de incluir la monitorización y la formación de los conductores. Las soluciones telemáticas como Arval Connect permiten recopilar, analizar e integrar los patrones de los conductores en el proceso de toma de decisiones. Esta solución respeta la privacidad y garantiza la seguridad de los datos. La formación también es clave para reducir los consumos y emisiones, y mejorar la seguridad de los conductores. Además, con la información recabada de los conductores se pueden diseñar planes de formación personalizados.

  1. Estar al día de las últimas tendencias

Un buen gestor de flotas ha de estar siempre actualizado, porque es un sector que avanza a mucha velocidad. Por ejemplo, en los últimos años se han desarrollado soluciones de micromovilidad (ebikes o patinetes eléctricos), de renting flexible o de carsharing para empleados, para complementar al tradicional vehículo de empresa.

  1. Ser parte integral de la reducción de la huella de carbono

Las leyes de cambio climático y transición energética hacen que las empresas tengan, en primer lugar, que calcular de su huella de carbono; para luego elaborar y publicar un plan de reducción de emisiones. Las flotas corporativas son una parte importante de esas emisiones y han de integrarse en el plan de movilidad integral de la empresa.

  1. Integración con la RSC

La mayoría de las políticas de RSC incluyen objetivos medioambientales con los que la flota corporativa tiene que estar alineada. Realizar una transición energética hacia vehículos menos contaminantes. Arval ayuda a sus clientes a considerar los factores ambientales en sus estrategias, les apoya en su transición energética y colabora con ellos para integrar los objetivos medioambientales de RSC en su política de flotas.

 

Con los datos reales de uso de sus vehículos, puede tomar decisiones orientadas a sus objetivos:

Reducción del TCO

  • Menor consumo de combustible.
  • Uso optimizado de la flota.
  • Monitorización del kilometraje del contrato de alquiler.
  • Menor riesgo de accidentes.
  • Menores emisiones de CO2 al fomentar la transición a EV/PHEV.
  • Mejor imagen de la empresa.

Facilitar los recorridos de los equipos operativos

  • Asignación de encargos urgentes.
  • Tiempo de conducción optimizado.

 

 

Leer más Ver menos