- Arval y BNP Paribas Real Estate han elaborado un libro blanco que estudia el impacto que la crisis sanitaria y la adopción del teletrabajo ha tenido en la movilidad y el uso de oficinas.
- Han surgido cuatro escenarios que desencadenarán cambios en la movilidad de los empleados y las estrategias de apoyo.
La pandemia ha provocado un cambio sin precedentes en todo el mundo, afectando el día a día de las personas en el hogar o en el trabajo. Uno de los que más se ha evidenciado es la irrupción del teletrabajo, que ha modificado el uso tradicional de la oficina, la organización de los empleados y, sobre todo, la forma en la que nos movemos. Todo ello ha impactado en un incremento de soluciones de movilidad alternativas y la necesidad de una mayor flexibilidad.
En este contexto, Arval, compañía europea líder en renting de vehículos de servicio completo especializado en nuevas soluciones de movilidad sostenible, y BNP Paribas Real Estate, consultora líder europea en servicios y soluciones inmobiliarias, han presentado un libro blanco sobre el impacto que el teletrabajo ha generado en la movilidad y el sector inmobiliario.
La crisis sanitaria ha sido un catalizador para la adopción de soluciones de movilidad que reflejan nuevas formas de vivir y trabajar de los empleados. Debido al temor a la infección, los ciudadanos evitaron el transporte público en favor de soluciones de movilidad compartida de automóviles particulares o de micro movilidad (bicicleta, patinete), que experimentaron un gran aumento.
En el ámbito empresarial, la transición a soluciones de movilidad alternativas se ha acelerado notablemente por el covid-19. Según el último Arval Mobility Observatory, el 71% de las empresas ya han adoptado al menos una solución más ecológica y segura.
Además, el libro blanco de Arval y BNP Paribas Real Estate constata un gran aumento del teletrabajo. En abril de 2020, sólo el 9% de los empleados de la UE afirmaba trabajar desde casa a diario y el 6% lo hacía varias veces a la semana; año después estas cifras aumentaron al 16% y 31%, respectivamente. Muchas empresas se han acostumbrado a esta forma de trabajar, y se cree que el 25% de todo el sector laboral de la UE podría llegar a ser completamente teletrabajo, con empleados que trabajen a distancia unos días, o toda la semana laboral, dando paso a profundos cambios en la manera de desplazarse hacia los puestos de trabajo.
Cuatro escenarios surgidos de la pandemia
Teniendo en cuenta estos aspectos, Arval Consulting (unidad de negocio dedicada a apoyar a sus clientes en sus estrategias de optimización de gestión de flotas, transición energética y movilidad) y BNP Paribas Real Estate, presentan cuatro nuevos escenarios que han surgido a raíz de la pandemia y que podrían afectar a flotas, movilidad e inmuebles corporativos.
1: Enfoque Híbrido: Compañías con estructura de oficinas satélite
El primer escenario consiste en establecer un conjunto de oficinas satélite en ubicaciones alternativas y potencialmente más económicas, en diferentes distritos de la ciudad, más cerca de los centros de transporte y hogares de los empleados. Se mantendría la sede principal, ubicada idealmente en un distrito financiero central, pero se reduciría su tamaño, con un uso de espacios de forma flexible. Este modelo suele ser el idóneo en sectores como el financiero.
Las ventajas de este enfoque para la empresa incluyen alquileres más baratos y la posibilidad de mantener abiertas algunas oficinas en caso de cierres localizados. Los empleados se benefician de tiempos de desplazamiento más cortos, entornos de trabajo bien ubicados y la posibilidad de volver físicamente al trabajo, formando una conexión más fuerte con la empresa que en un entorno predominantemente o completamente remoto.
En términos de movilidad, el impacto en las flotas corporativas tradicionales es mínimo. A los empleados sin asignación de automóvil se les podría ofrecer soluciones de movilidad alternativas, como el uso compartido de automóviles, viajes compartidos y bicicletas.
2: Maximizar el teletrabajo
La principal ventaja de este segundo escenario es el coste, ya que se reduce al mínimo el espacio de oficinas y los costes inmobiliarios se limitan al alquiler ocasional de un espacio de coworking para las reuniones de equipo. En este modelo de trabajo prima la flexibilidad, pues los empleados pueden trabajar desde cualquier parte del mundo. Suele ser ideal para empresas del sector IT.
Las principales desventajas de este modelo son la falta de interacción física con los compañeros, la sensación de alejamiento de la empresa y los elevados costes financieros iniciales, ya que las empresas tendrían que proporcionar a los empleados el mismo nivel de servicios y dispositivos electrónicos en múltiples ubicaciones. A su vez, se le suma que los alquileres de oficinas secundarias múltiples también pueden ser elevados en comparación con los arrendamientos a largo plazo, pues se acaba asumiendo un mayor número total de alquileres y arrendamientos.
Habría un impacto mínimo en las flotas corporativas, ya que los coches de prestaciones y de trabajo no cambian. Sin embargo, podría ser una oportunidad para ofrecer a otros empleados soluciones de movilidad alternativas, como el uso compartido de coches y bicicletas.
3: Enfoque híbrido: Modelo de trabajo flexible
El tercer escenario consiste en reformar las oficinas existentes para crear áreas de trabajo que fomenten la colaboración y cooperación entre los empleados, como salas de reuniones y espacios de trabajo más grandes. Los empleados tienen la opción de poder acudir a trabajar a una oficina física, pero también de trabajar de forma remota cuando lo necesiten.
En este caso, las flotas corporativas permanecen sin cambios, únicamente se cubrirían menos kilómetros. Asimismo, este modelo fomenta tanto la movilidad compartida, con el uso compartido del coche o soluciones de micro movilidad, haciendo uso de las bicicletas urbanas o scooters.
4: Rápido regreso a la oficina
El cuarto y último escenario es una reanudación de la actividad convencional tal y como era antes de la pandemia. Este enfoque sería el adecuado para las empresas e industrias que dependen en gran medida del trabajo físico, como el sector de la construcción.
No tiene ningún impacto en la organización de la empresa o en la movilidad corporativa y puede ser bien recibido por los empleados deseosos de volver al trabajo y reformar sus vínculos con la empresa. Sin embargo, no incorpora ningún aprendizaje de las prácticas de trabajo recogidas a lo largo de la pandemia y no hace nada para optimizar o hacer progresar la gestión de la flota de la empresa. Además, algunos empleados pueden ser reacios a volver a los largos desplazamientos después de haber trabajado desde casa
Shams-Dine El Mouden, director de Arval Consulting, ha comentado: “Es evidente que hay una gran cantidad de factores que dictaminan si una empresa puede cambiar o no su enfoque de trabajo, y sabemos que ciertos sectores están en mejores condiciones que otros para hacerlo. Sin embargo, los cuatro escenarios ilustrados por nuestra matriz muestran que las industrias menos limitadas por restricciones físicas pueden transformar y combinar prácticas de trabajo remoto y físico para generar eficiencias, permitiendo que los empleados mantengan la flexibilidad, pero también se sientan apegados al negocio - e incluso beneficiarse de entornos locales. No prevemos la necesidad de cambiar drásticamente el tamaño o la estructura de la flota como tal, especialmente para los puestos de trabajo que necesiten el vehículo. Si hay cambios, estarán más relacionados con las tendencias existentes en el mercado antes del Covid-19.”
“Estos cuatro escenarios con nuevas flexibilidades, usos inmobiliarios y servicios asociados, probablemente difieran entre industrias y sectores. Estas nuevas formas de trabajar deberán responder al bienestar de los empleados mediante el uso y puesta a disposición de oficinas y espacios para mantener contactos directos, y por tanto, la cultura corporativa. Habrá menos m2 pero mejores m2”, ha añadido Olivier Seles, director de Innovación de BNP Paribas Real Estate.