Impuestos y renting: las deducciones a las que pueden optar los autónomos al alquilar un coche
Impuestos y renting: las deducciones a las que pueden optar los autónomos al alquilar un coche
El renting de coches para autónomos ofrece muchas ventajas fiscales, pues se pueden hacer deducciones sobre el IVA, el IRPF y el Impuesto de Sociedades. Eso sí, estas posibles deducciones dependen del uso que le vayamos a dar al vehículo de renting. Solo los vehículos destinados en su totalidad a la actividad profesional pueden beneficiarse según la legislación española de las máximas deducciones; los que se usen de forma mixta, en un uso profesional y también particular, también se pueden aprovechar de ciertas deducciones, aunque menores.
Desde el punto de vista de los impuestos, el renting para autónomos es una solución más ventajosa que adquirir un vehículo. La ley permite deducirse algunos importes del importe de la compra, pero la complicación llegará al intentar justificar el resto de gastos asociados al día a día de su vehículo: matriculación, seguro, mantenimiento, reparaciones...
Estas son las deducciones de las que se puede beneficiar el renting para autónomos:
- IVA del renting para autónomos deducible hasta el 100%, siempre que el vehículo se destine exclusivamente para el uso de la actividad profesional. La deducción del IVA del coche de renting se realiza sobre las cuotas soportadas de ese impuesto.
- Deducciones sobre el Impuesto de Sociedades e IRPF, pues se trata de un gasto relacionado directamente con el negocio.
Otras ventajas del renting para autónomos
Además de la deducción fiscal, el renting de coches para autónomos ofrece muchas otras ventajas. No hay que hacer grandes pagos para comprar el vehículo, solo se paga una cuota mensual fija que incluye todos los servicios. Esto es una valiosa ayuda para afrontar la transformación energética y pasarse a la electrificación. De esta forma, se evitan las grandes inversiones y la descapitalización, además de eliminar los imprevistos: no hay gastos inesperados, se paga lo mismo todos los meses.
Por otro lado, se ahorra tiempo y recursos en la compra, gestión y mantenimientos de los vehículos. Y también se eliminan las molestias de vender nuestro vehículo tras unos años de uso, y la incertidumbre de saber si lo podremos vender por el precio que esperamos.
Además, es más barato hacer un buen renting –como los que ofrece Arval- que comprarse un coche nuevo, siempre que no se hagan muchísimos kilómetros al año. Al sumar el precio del vehículo con todos sus gastos asociados (seguro, impuestos, mantenimiento e imprevistos), y dividir ese importe entre los meses que lo disfrutemos (en España, el coste medio mensual de tener y usar un coche es de 400 euros al mes), veremos que el importa mensual resultante suele ser más caro que la cuota de renting de un vehículo equivalente.
¿Cómo contratar un renting para autónomos?
Contratar un renting con Arval es muy sencillo: solo hay que contactar por teléfono o a través de la web. Un equipo de expertos ayuda a los autónomos a conseguir la solución que mejor se ajusta a sus necesidades y al entorno actual.
Además, se puede realizar todo el proceso de forma digital gracias a la nueva plataforma para la entrega y devolución de vehículos. Este sistema te avisa del momento en el que el vehículo está disponible en el concesionario y permite reservar la cita de manera online y firmar digitalmente el acta de entrega del vehículo.
