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Las claves de la nueva movilidad corporativa

Movilidad 24 Jan 2023

La movilidad está viviendo un cambio de paradigma, y los procesos relacionados con ella se han acelerado tras la pandemia. La movilidad corporativa no es ajena a este contexto y está viviendo una profunda transformación, impulsada por tendencias sociales, factores medioambientales y cambios legislativos, entre otros muchos. A continuación detallamos las claves de un nuevo escenario que ya es el presente de la movilidad corporativa.

 

Sostenibilidad: concienciación, huella de carbono y RSC

Frenar el calentamiento global y limpiar el aire de las urbes son los objetivos finales de todas las megatendencias de la movilidad: electrificación, conducción autónoma, vehículo conectado, carsharing, movilidad como servicio, uso en lugar de propiedad en grandes ciudades; y el objetivo es poder desplazarse un modo limpio y eficiente en un espacio tan reducido.

La sostenibilidad está impactando profundamente en la movilidad corporativa, en primer lugar, por una cuestión de concienciación. También por imagen y resultados: las empresas que se preocupan por sus emisiones tienen una mejor percepción por parte del público y eso se traduce en ventas. Todo esto se ve reflejado en las políticas de RSC, con exigentes programas y objetivos medioambientales.

En paralelo, las nuevas leyes de cambio climático y transición energética obligan a las empresas a calcular su huella de carbono, y a elaborar y publicar un plan de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; en el que la movillidad de sus empleados es una parte importante. El último Arval Mobility Observatory refleja con claridad la creciente preocupación de las empresas por la huella de carbono, las medidas que ya están tomando, y las que tienen previsto tomar para reducir el impacto ambiental de sus flotas. La implementación de una estrategia específica para controlar las emisiones de CO2 ya está desarrollada en un tercio de las compañías españolas, mientras que otro 22% prevé adoptarla antes de la finalización de 2024. Todo ello converge en la transición energética de la movilidad corportiva, con un imparable proceso de electrificación.

 

La movilidad como factor estratégico

El 59% de las compañías ya veía la movilidad de todos sus empleados como un factor estratégico de la empresa y planean disponer de un plan de movilidad en los próximos tres años (Arval Mobility Observatory, 2021). Lograr que los coches de empresa sean más sostenibles y ofrecer soluciones de trabajo flexible son los principales factores a la hora de elaborar los planes de movilidad, seguidos por facilitar el trabajo desde casa, las herramientas para compartir vehículos o el plantearse el traslado de las sedes corporativas al centro de las ciudades.

 

Planes de movilidad integrales para todos los empleados

“La nueva movilidad pasa de ser solo corporativa a afectar a todos los empleados de una empresa. Hay que dar una solución a la movilidad a todos los empleados, porque hay que pensar en la huella de carbono de toda la empresa en su conjunto”, explica Manuel Orejas.

La movilidad de todos los empleados es una parte importante de las emisiones generadas, por lo que es necesario diseñar planes de movilidad integrales, que ya tienen implementados un 66% de las empresas. Lograr que los coches de empresa sean más sostenibles y ofrecer soluciones de trabajo flexible son los principales factores a la hora de elaborar los planes de movilidad, seguidos por facilitar el trabajo desde casa, las herramientas para compartir vehículos o el plantearse el traslado de las sedes corporativas al centro de las ciudades (Arval Mobility Observatory, 2021). 

 

Más allá del renting… y de los coches

La mitad de las firmas españolas ya utilizan al menos una solución de movilidad alternativa al coche (un 59%, de media, en la Unión Europea), según recoge un estudio independiente realizado por el Arval Mobility Observatory sobre la movilidad de los empleados, que se presentará el próximo 8 de febrero en Madrid.

Una de estas fórmulas es el carsharing corporativo, que racionaliza y optimiza las flotas corporativas, y da acceso a un vehículo a empleados que antes no lo tenían. Con esta solución, el tamaño del parque móvil se racionaliza, se reduce la huella medioambiental, se consiguen ahorros del 20% en costes de movilidad, y se mejora la satisfacción de los empleados.

La movilidad corporativa también va más allá del coche, por ejemplo, con fórmulas de micromovilidad con patinetes y bicis eléctricas, que también pueden integrarse en servicios multimodales. Arval estima que el uso de la bici eléctrica, que actualmente no llegaba al 1% de la movilidad in itinere, va a llegar al 5% a medio plazo.

La bici eléctrica es un medio de transporte barato, sostenible, individual y saludable, ideal para aquellos que viven en un radio cercano a sus lugares de trabajo. Su uso mejora la calidad del aire de las ciudades, reduce la congestión del tráfico y la ocupación de lugares de estacionamiento. Además, no requieren ningún tipo de carné y son tremendamente eficientes y económicas. El renting de bicis eléctricas de Arval tiene todos los servicios.

 

Teletrabajo: menos desplazamientos

El teletrabajo se ha institucionalizado en muchas empresas, y esto ha modificado el uso tradicional de la oficina, la organización de los empleados y, sobre todo, la forma en la que se mueven. Todo ello ha impactado en un incremento de soluciones de movilidad alternativas y la necesidad de una mayor flexibilidad.

Un estudio de Arval Consulting refleja cómo se han adaptado las empresas a esta nueva realidad, con cuatro escenarios diferentes. El primero consiste en crear oficinas satélite en ubicaciones alternativas y potencialmente más económicas, más cerca de los centros de transporte y hogares de los empleados, con tiempos de desplazamiento más cortos. Otras firmas han optado por maximizar el teletrabajo, con contratos de renting de menor kilometraje y soluciones de movilidad alternativas. Un tercer escenario es un modelo mixto, con áreas de trabajo compartidas y flexibilidad en el teletrabajo. El último escenario es una reanudación de la actividad convencional tal y como era antes de la pandemia, con trabajo 100% presencial.

 

Limitaciones a la movilidad contaminante

La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes (149 en España) a adoptar, en 2023, Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que incluyan, entre otros aspectos, Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Esto va a suponer restricciones a la movilidad a muchos empleados con vehículos contaminantes (sin etiqueta) y también va a suponer un reto para las flotas de reparto de última milla, que tienden cada vez más hacia la electrificación.

A día de hoy, 20 ciudades han implantado -o tienen todo listo para activar- sus ZBE: Madrid, Barcelona, Pamplona, L’Hospitalet de Llobregat, Sant Cugat, Cornellà de Llobregat, Pontevedra, Sevilla, Córdoba, Burgos, Talavera de la Reina, Ciudad Real, Algeciras, San Cristóbal de la Laguna, Melilla y los municipios madrileños de Alcobendas, Coslada, Fuenlabrada, Parla y Rivas. En esta última localidad han activado una ZBE específica para proteger los entornos escolares.

 

Medir y optimizar

El uso de herramientas telemáticas o soluciones de coche conectado, que permiten, por ejemplo, vigilar el consumo de combustible, monitorizar el comportamiento del conductor o conocer la localización del vehículo, ya están incorporadas en el 43% de las flotas españolas (Arval Mobility Observatory, 2022). La movilidad corporativa va a seguir profundizando en esta tendencia con el objetivo de optimizar el uso de los vehículos y reducir la huella de carbono.

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