Coches

2022 marca un nuevo récord de envejecimiento del parque de turismos

Arval Mobility Observatory 19 Jan 2023

La media de edad de los vehículos españoles no ha parado de aumentar en los últimos tiempos y se sitúa ya por encima de los 14 años

Un año más y van al menos 14 - desde que la primera edición del Arval Mobility Observatory nos desglosaba por aquel entonces una media de antigüedad de nuestros turismos de 8,3 años en 2008 – a día de hoy, el parque de vehículos español bate un nuevo récord en cuanto al envejecimiento de nuestra flota.

El sector del automóvil intenta aunar esfuerzos y trabajar contrarreloj con la vista puesta en los plazos marcados por la Unión Europa en términos de descarbonización de la movilidad en los próximos años.

Sin embargo, la tendencia de los mercados de vehículo nuevo y de vehículo de ocasión nos muestran que la realidad, a día de hoy, se dirige justo en dirección contraria a la que debería, manteniendo la tendencia de los últimos 15 años de un paulatino envejecimiento del parque automovilístico español.

Así, 2021 se cerró – en base a los datos del Arval Mobility Observatory en su décimo cuarta edición – en una media de edad por vehículo de 13,5 años. Cifra que, nuevamente, este 2023 se verá incrementada teniendo en cuenta que durante 2022 se vendieron casi tantos coches de más de 15 años, como vehículos nuevos.

En total, según datos de Ganvam y Anfac, durante el pasado año la venta de vehículos de segunda mano de más de 10 años de antigüedad superó en un 40% a la venta de vehículos nuevos. En concreto, se vendieron más de 400.000 vehículos con una edad entre 10 y 15 años y más de 727.000 unidades de vehículos con más de 15 años, para sumar más de 1,1 millones de coches con más de diez años; frente a las poco más de 813.000 unidades de vehículos nuevos, lo que supone el peor dato del sector en los últimos 9 años y un retroceso de las ventas de vehículo nuevo de más de un 35% respecto a 2019.

El mercado de vehículo ocasión, de hecho, sumó hasta 1.885.000 vehículos en 2022. O lo que es lo mismo: Por cada vehículo nuevo, se vendieron en España 2,3 vehículos usados, en línea con la previsión del Arval Mobility Observatory en su última edición.

Con estos datos, Anfac considera que 2022 se cerró superando la media de edad de 14 años por turismo. Lo que supone un nuevo récord y un incremento del 70% respecto a los datos del 2008. Mientras que, en la comparación con el resto de países de nuestro entorno, España cuenta con un parque dos años más viejo que la media del resto de mercados europeos (situada ligeramente por debajo de los 12 años), siendo uno de los países de la eurozona a la cola en términos de renovación de su parque; y dónde la caída en las ventas de vehículo nuevo (ese -35% en comparación con los datos de 2019) es ligeramente superior a la mayoría de sus socios europeos.

Buenas y malas noticias en términos energéticos

Un parque que cuanto más longevo sea, más contaminante será. Durante 2022, si bien es cierto que el diésel siguió reduciendo su ventaja y perdió casi un 9% de cuota, volvió a situarse como la gran preferencia de los usuarios del mercado de turismos de ocasión, que optaron por este combustible en más del 57% de las operaciones de compra-venta.

Por el contrario, como nota positiva el 2022 nos deja un incremento del 16% de las ventas de vehículos 100% eléctricos de segunda mano y más de un 18% de aumento en las ventas de híbridos enchufables (PHEV) de ocasión. Tecnologías que crecieron hasta un 67% en el mercado de vehículos nuevos.

A parque más viejo, mayor siniestralidad

Pero más allá de la sostenibilidad, tener uno de los parques móviles más viejos de Europa supone también empeorar nuestras cifras de siniestralidad. Según datos de la DGT, en 2022 los accidentes que involucraron a turismos crecieron en un 10% respecto a 2019, el último año con cifras de movilidad similares a las del pasado ejercicio.

Ya en 2021, y siempre en base a los datos facilitados por la DGT, con menor movilidad a causa de la Covid-19, la media de edad de los turismos implicados en accidentes mortales fue de 13 años. Siendo incluso superior, de 15,4 años de antigüedad, en el caso de los vehículos en los que se desplazaban las personas fallecidas.

La evolución de los sistemas de seguridad, la disminución de los mantenimientos de los coches de mayor edad, el menor índice de reparación de los mismos, son factores que determinan un mayor riesgo de siniestralidad a medida que nuestro parque móvil amplía su antigüedad más y más, como ya vimos hace unos meses desde el Arval Mobility Observatory El tráfico se sitúa en niveles prepandemia mientras aumenta la siniestralidad

¿POR QUÉ ENVEJECE CADA VEZ MÁS NUESTRO PARQUE DE TURISMOS?

El precio, uno de los motivos, pero no el único

Uno de los factores que pueden explicar esta apuesta de los usuarios por el vehículo usado de más de 10 años en detrimento de vehículos más nuevos puede ser, evidentemente, el precio de ambos segmentos. No obstante, este no es el único factor que influye y, de hecho, es posible que ni siquiera sea el principal, toda vez que, pese a la lógica diferencia entre el coste de un vehículo de ocasión de más de 10 años y un vehículo nuevo, lo cierto es que el mercado de VO para modelos de más de 10 años ha visto incrementados los importes de los vehículos en más de un 35% respecto a las cuantías del año anterior, según datos del Grupo Autónomo Nacional de Vendedores de Automóviles, Camiones y Motocicletas (Ganvam). Mientras que, solo lo ha hecho en un 2% en el global del mercado de VO.  

Otros factores que pueden ser, en muchos casos, igual o incluso más importantes que el precio en la decisión del usuario a día de hoy, a la hora de decantarse por un vehículo usado de más de 10 años, son:

  • Escasez de oferta de vehículo seminuevo
  • Plazos de entrega de vehículo nuevo

Ambos factores están estrechamente relacionados entre sí en realidad. De hecho, podríamos decir que el primero de ellos es consecuencia directa del segundo.

Falta de componentes, la raíz del problema

La escasez de materias primas y de chips semiconductores que ha lastrado la producción de los fabricantes durante todo este pasado 2022 ha hecho que, por un lado, los plazos de entrega se hayan disparado, lo que ejerce de barrera para aquellos usuarios a los que les urge disponer de un vehículo de manera inmediata, y que - a su vez - por otro lado, ha provocado un embudo a la hora de renovar flotas y por lo tanto de abastecer de vehículos seminuevos (o de menos de 10 años) al sector del vehículo de ocasión.

Así, según datos de Faconauto, esta falta de oferta en los modelos seminuevos se ha traducido durante todo 2022 en una caída de las ventas, que en el segmento de vehículos usados de menos de un año ha sido de hasta un 18,6%, mientras que en el de coches de entre 1 y 3 años se ha sufrido el mayor desplome, con una pérdida de volumen del 20,4%.

De hecho, y pese a que los vehículos más viejos aumentaron sus ventas en un 6,2%, el global del mercado de VO retrocedió un 5,6% respecto a 2021.

A esta escasez de componentes y de vehículos seminuevos, se les ha unido los problemas logísticos y la pérdida paulatina de portacoches que también ha afectado al sector y a sus plazos de entrega, complicando aún más el acceso por parte de los usuarios a los modelos más nuevos del mercado.

152 días de media

De hecho, aunque variando considerablemente entre marcas y modelos, el 2022 ha tenido una media de plazo de entrega por vehículo de hasta 152 días, es decir, más de 5 meses desde la realización de un pedido a fábrica hasta la puesta a disposición del vehículo por parte de las marcas al usuario final.

Ha habido, incluso, modelos para los que el plazo de entrega ofrecido se iba en el tiempo por encima del año, lo que ha hecho que los usuarios hayan tenido que optar por otras opciones, bien sea seguir con su vehículo viejo o decantarse por adquirir modelos con disponibilidad inmediata, para lo que han tenido que irse, en muchos casos, a vehículos de más de 10 años.

Los eléctricos ganan la partida

Los datos, no obstante, aunque malos en términos globales, no son iguales para todas las tecnologías y energías. Así, quienes peores números arrojan son los diésel y gasolina, con una media de 159 días, mientras que los vehículos 100% eléctricos (BEV) dejan su media durante el pasado 2022 en 123 días de plazo de entrega por vehículo. Siendo, también en este aspecto, la nota positiva del año.

Una razón más que convierte la apuesta por la transición energética en una ventaja adicional también en el aspecto de una mejor disponibilidad a la hora de realizar un pedido a fábrica de un vehículo nuevo.

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